El cobre, clave para una mayor sostenibilidad
El cambio climático es evidente y objeto de intensos debates. Para frenar el calentamiento global hay que reducir drásticamente las emisiones de CO2 en todo el mundo. El Gobierno alemán se ha fijado el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para 2030 (en relación con el año base 1990). La industria desempeña un papel clave en el camino hacia la neutralidad climática. LAPP considera que tiene la responsabilidad de contribuir al ahorro de emisiones de CO2.
Los análisis realizados hasta ahora han demostrado que debemos centrarnos en nuestros productos para reducir las emisiones de CO2. Aquí se concentra la mayor parte del CO2. La materia prima cobre desempeña un papel importante en este sentido.
LAPP se ha fijado el objetivo de reducir la huella de CO2 de sus productos en un 20% para 2025 (tomando como base el ejercicio 2020/2021). Las investigaciones internas han demostrado que el cobre es responsable de una media del 88% de la huella de CO2 de los productos de LAPP. Reducir la proporción de emisiones causadas por el cobre nos acercará a nuestro objetivo común de ahorro.
Actualmente es imposible prescindir del cobre como materia prima, ya que ningún otro material tiene características comparables. El metal rojo es el segundo mejor conductor de electricidad después de la plata y tiene una conductividad significativamente mejor que el aluminio. Además, el cobre es más resistente al calor, duradero y 100% reciclable.
Cobre sostenible: ¿es posible?
Según los cálculos de los expertos, el potencial global de calentamiento del cobre es de 4,1 kg CO2e/kg de media.
La mayor proporción se produce en las primeras fases de la minería, cuando se extrae el mineral y posteriormente se transporta y procesa. Además, en las minas de cobre de todo el mundo, por ejemplo en Chile, Perú, China o EE.UU., las leyes del mineral están disminuyendo y para su extracción se requiere un proceso más complicado con un mayor aporte energético. Al mismo tiempo, la demanda de cobre aumentará un 60% de aquí a 2040 debido a la expansión masiva de las energías renovables.
Esta evolución nos plantea un dilema como fabricantes de cables. Por un lado, necesitamos cobre como materia prima, pero por otro, se necesita una gran cantidad de energía para extraer mineral de cobre. En LAPP respondemos a este reto buscando formas innovadoras.
Mientras tanto, hay iniciativas en todo el mundo que pretenden que la industria mundial del cobre sea más sostenible.
Creamos transparencia
En la actualidad, nuestras plantas de producción en todo el mundo adquieren el cobre principalmente de forma independiente. En el futuro, el aprovisionamiento de cobre se gestionará estratégicamente. Como primer paso, lanzamos el proyecto «CUPRUM» en 2020.
El objetivo principal del proyecto es crear transparencia haciendo visibles las cadenas de suministro globales. Basándose en los resultados del proyecto, LAPP alineará su estrategia de compras: de una organización de compras descentralizada a una centralizada. En el proceso, seguiremos recurriendo a varias fuentes de suministro, porque la decisión de un proveedor depende de varios factores: ¿Dónde está situado el proveedor? ¿Cuál es la distancia de las rutas de transporte? ¿En qué forma de procesamiento está disponible el cobre? Resulta que no todo el cobre es igual.
LAPP aborda el tema del «cobre verde» de forma proactiva
LAPP está en conversaciones con los proveedores de cobre para obtener una visión general de las emisiones de CO2 de los distintos productos. En cuanto tengamos una visión general de los valores de emisión actuales de todos los productos de cobre que compramos, comprobaremos si es posible un cambio hacia el «cobre verde». Para nosotros es importante buscar el diálogo con nuestros proveedores y trabajar juntos en soluciones comunes.
La sostenibilidad es una parte importante del ADN de LAPP. Como empresa familiar, nos sentimos especialmente comprometidos con nuestra sociedad y el medio ambiente. En este contexto, el uso eficiente y sostenible de los recursos energéticos y de materias primas es una preocupación importante.